La magia de papa y mama cuento infantil sana sanita Lorena neira fernandez

La Magia de papá y mamá, juntos y separados

Era una tarde de verano y Clara estaba con sus amigas Sabela y Manuela merendando  unas ricas fresas. Estaban tan deliciosas, tan rojitas y tan dulces que Clara pensó que era  una buena idea zamparse casi todas las que había en el plato.  

-Aaaaay, ¡qué dolor de tripa tengo!  

-¡Madre mía, Clara, es que has comido muchísimo!  

-Sí, pero es que tienen una pintaza, ¡venga me como una más!  

-¿Una más?- dijo Sabela sorprendida. -¡Te vas a poner malísima!  

-¡Que va! Una más y ya está, mmmmmm.  

Y comía y comía sin parar.  

El resto de la tarde estuvieron jugando como si nada pero… ¡al llegar la noche!  

A Clara le dolía la tripa, se sentía pesadísima y no podía moverse con agilidad ni hacer las  acrobacias que siempre hacía.  

-Chicas -avisó a sus amigas- me siento un poco mal. -dijo alarmada.  -¡Lo sabía! -respondió Manuela -¡vamos a necesitar magia! 

-¿Magia? -preguntó incrédula.  

-Sí, magia, cuando nos sentimos mal, ¡es necesaria la magia! -confirmó Sabela. ¡Voy  volando! -y salió corriendo de la habitación de juegos donde habían pasado la tarde  jugando, merendando y riéndose juntas.  

Al cabo de 2 minutos, rápido, rapidito, llegó Sabela con la mamá de Clara:  -¡Mi amor! ¿Qué te pasa? ¿Te duele mucho?  

-Sí, mami. Mucho, muchísimo. -confesó la niña.  

Según decía eso, su mami la cogió en brazos, le dio un mimito súper amoroso y puso el  agua a hervir para preparar una manzanilla para ese dolor de barriga.  

Fue magia al instante, a Clara todavía le dolía la tripa pero ya se sentía mejor, se sentía  segura, tranquila, querida. ¡Si es que la magia de mamá es pura medicina!  

La cosa no se quedó ahí y es que a nuestra amiguita, le gustaba mucho hacer piruetas y  coger por el parque, de hecho una tarde de juegos, se cayó y se hizo daño en una mano,  ¡ay madre, qué llantos al caerse! 

Y según lloraba pedía a sus amigas:  

-¡Magia! ¡Magia! ¡Un poco de magia!  

Pero hoy mamá no estaba. Hoy era el turno de papá. Manuela se quedó bloqueada:  ¿Qué hacer?  

-¡Mamá no está, mamá no está! -decía preocupada Manuela.  

Pero Sabela lo tuvo clarísimo y allá corriendo que se fue en busca del papá de Clara, que  vino rápido y veloz a hacer, una vez más, la magia que solo los padres saben hacer. La  recogió con delicadeza y aunque necesitaban un médico, que más tarde le puso yeso en  el brazo para que no lo moviera durante unos días, papi pudo tranquilizarla y hacer que  se sintiera relajada y sin miedo.  

Clara lo sabía muy bien, no importa quién de los dos está a tu lado, a veces falta uno o  falta el otro pero hacen magia igual, juntos o separados. La magia de mamá y papá  funciona de todas las formas, a veces incluso cuando no los ves. Ellos siempre están y  hacen magia, magia de la bonita, la magia del amor. 

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