-Soy fea, tengo las piernas muy largas y flaquitas. -decía Rosita.
-Ojalá tuviera las piernas más larguitas -pensaba Laura.
-Soy fea, tengo el pelo rizado y caracoles enredados. -decía Adriana.
-Ojalá tuviera caracoles y algo más de vida en mi pelo calmado -pensaba María.
-Soy fea, mis orejas son grandes y vistosas. -decía Patricia.
-Ojalá tuviera las orejas más grandes, las mías son tan diminutas y horrorosas. -pensaba Carla.
-Soy fea, mi barriga es grande y con cada camiseta se ve peor. -decía Lola.
-Ojalá tuviese un cuerpo más voluminoso, parezco un palillo sin humor. -pensaba Carolina.
-Soy fea, nadie quiere jugar conmigo. -decía Estefanía.
-Ojalá Estefanía jugase conmigo, pero ella no quiere ningún amigo. -pensaba Irene
…
Y así pasaban los días, quejándonos por cosas que los demás desean. Cada uno es diferente, altos, bajos, rubios, morenos, grandes, pequeños, gordos y flacos… pero no hay nadie feo sin que otro sienta deseo.
Vive tranquila, vive con alegría pero sobre todo, no olvides la empatía. No hagas daño a los demás, eso jamás.
Y colorín colorado, espero que hayas reflexionado.
